¿Has sentido que tu relación se ha vuelto violenta y tóxica? ¿Cada vez aceptas lo que antes considerabas inaceptable? ¿Quisieras terminar pero cada vez terminas más involucrado? Si respondes en positivo estas 3 preguntas quizás necesites revaluar la relación que llevas. 

Una de las sensaciones más comunes de estar en una relación tóxica es sentir un malestar constante pero seguir  en ella como si estuvieses en una balsa que te lleva por un río caudaloso sin tener como salir, en este tipo de relaciones el deseo por estar bien más sucede en la cabeza que en la realidad, tal vez son pocos los espacios que tienen para compartir de forma y placenteramente, hasta que llega otro episodio maltrante en el ciclo de la relación.

Si bien ninguna relación esta exenta de conflictos, no es lo mismo vivir en constante discusión y maltrato                  (psicológico, físico, sexual y verbal) que tener un par de peleas al año con favorable resolución, existen algunas formas de relacionarnos toxicas y abusivas  como criticarse mutuamente, querer que ambos sean uno solo, jugar al que más grite e imponga, hacer un cobro de factura por favores hechos, controlar los lugares y las personas que se encuentran a tu alrededor, ignorarse suponiendo que el problema se arreglará por sí solo, querer que un miembro calme las emociones del otro, la culpa la tiene solo uno, generando una disminución en la madurez emocional para resolver conflictos, restando a su vez momentos de serenidad y tranquilidad, y cerrando puertas para crecimientos internos y externos. 

Aquí expongo  4  maneras de liberarte de las relaciones abusivas: 

1.Ser consciente del tipo de relación: el proceso de amar y ser destruido al mismo tiempo  no pueden ir de la mano, identifica los mensajes ambivalentes que tu pareja te envía o que tu le envias a esta, algunas veces pueden ser mensajes muy  amorosos  y otras veces cargados de patanería.  Haz una lista de lo que se considera un perfil maltratador o abusivo y busca las semejanzas con lo que te sucede en tu relación, antes de salir  o cambiar algo, primero hay que comprender en lo que estás, no te juzgues por  no haber salido de esto antes,  ya que los ciclos viciosos tienen esta particularidad, es obvio lo que sucede, pasar a la acción toma tiempo,todo depende de la decisión que tomes.  

2.Revisa tu actitud y creencia mantenedora del problema : puede que tus amigos, tus familiares, ya te lo hayan advertido o sugerido  varias veces detener la relación y romper el ciclo,  muchos te pueden indicar pero solo tú puedes decidir para esto,  revisa cómo te enganchas generalmente  ( ej. sensación de compañía, ilusiones del futuro en conjunto, proyectos en común en curso, miedos a la soledad o fracaso)   las actitudes mantenedoras pueden ser : callar, evitar,  sacrificar, aguantar, no opinar, hacerte el loco (a) o responder desde la agresión  o el llanto  sin resolución,  así mismo ten en cuenta  creencias  como “ lo (a) amo mucho y no puedo sin el (ella) ”, “ él o ella ha pasado por cosas difíciles” “ todo mejorará  en un futuro”  “ tenemos hijos, y hay que mantener la familia”  “ tenemos proyectos en marcha” son creencias limitantes,  tu relación puede cambiar si los dos están en sintonía de cambio,  es correcto luchar solo hasta que no podemos sostener lo insostenible,  recuerda el maltrato ni el abuso NO es negociable.  

3.Define tus propios límites y comunícalo: ¿hasta  dónde llegarás? Hasta donde tú lo permitas. Generalmente en las relaciones abusivas existe un patrón de amo y sirviente, el amo no tiene límites pues te considera de tu propiedad y con la propiedad se hace y se deshace al antojo,  el sirviente se siente menos por lo cual actúa de forma complaciente con el amo para recibir su aprobación, se necesita decir NO, y perder el temor a perder, por esta razón define límites claros y luego hazlos cumplir; busca ayuda familiar, amigos o un profesional si tu integridad emocional y física se ve en juego. 

4.Retirarse: vivimos en la ley de la impermanencia dice Ghandi, y nada dura para siempre, lo ideal es que tu relación se transforme y ambos tengan los cambios respectivos para que crezcan como personas y dentro de la relación, todos podemos cambiar y corregir, sin embargo existe un punto en el que sí te quedas en la zona de indefinición de la relación puedes correr un alto riesgo, ( enfermarte, asumir lo inaceptable, llorar en silencio, sufrir sin parar, autolesionarte, y destruir al otro) por esta razón salir del juego también es una opción, aceptar la realidad , darle cierre a lo que hace daño, y empezar el proceso del desapego emocional.

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Autor:

María José Agresott R

Terapeuta Familiar Sistémico.

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