Algunos autores denominan esta etapa la etapa edípica, en la cual la persona favorita o con quien tenga mayor afinidad será con el padre o madre del sexo opuesto (también juegan un papel importante figuras como tíos, abuelos o hermanos mayores). El tipo de relación que tengan con sus padres en esta etapa, permanecerá como patrón para las futuras relaciones.

1.    Confrontarlos con la realidad

 Por los general tenderán a imitar al padre o madre del mismo sexo (si papá no está en casa yo puedo dormir con mamá y ser el hombre de la casa), es importante delimitarles su ubicación dentro del hogar respetándoles su libre expresión, pero hacerles ver que son los padres quienes pueden imponer la autoridad (sobretodo cuando hay hermanos menores y tienden a imitar a figuras de autoridad con ellos).

2.    Orientación Sexual

A los 3 años muestran curiosidad ante las diferencias entre el cuerpo femenino y masculino.

Su interés está en cómo funciona su cuerpo. Si se les explica de forma directa y sencilla las diferencias y cambios en su cuerpo, aceptan la sexualidad como un hecho normal.

La edad adecuada para informar a los niños sobre temas de sexualidad es cuando hacen preguntas. Las respuestas deben ser claras y concisas.

Es la época de jugar a los médicos y de explorar. Si se le observa en este juego, conservar la calma, no regañarle ni castigarlo y con naturalidad se le ofrece otra actividad. Más tarde podemos decirle:” veo que te interesan los cuerpos de otros niños. Voy a explicarte las diferencias”. Para ello podemos ayudarnos de libros, videos, etc; que por medio de imágenes expliquen que los niños están hechos de un modo y las niñas de otro. Esto les tranquiliza mucho.

La sexualidad explicada y entendida, disminuye la necesidad de actuarla.

3.    Marcarles límites

 Todo esto se lleva a cabo dentro de un marco que da seguridad y estructura. Este marco son los LÍMITES. Estos límites les muestran en el territorio donde pueden moverse. los límites muestran al niño cuáles son las reglas definidas por los padres y es importante que los límites sean consensuados por ambos.

4.    Alimentación

 En esta etapa el apetito disminuye. Esto simboliza a la madre o figura proveedora al igual que el control de esfínteres, entre más se les muestre estrés por este proceso más intentaran manipular, lo anterior no significa que no se deba motivar al niño o niña para la aceptación de los alimentos.

Cuando la hora de comer se vuelve motivo de conflicto, el placer de comer se convierte en una actividad conflictiva.

Es importante permitir a los niños conocer y sentir en su cuerpo la sensación de hambre. Independientemente de la edad que tengan. Por eso, si el niño no quiere comer se le retira el plato con tranquilidad y no se le ofrece nada hasta la próxima comida (en promedio 3 horas máximo). Esto ayudara a entender que tan flexibles pueden ser sus padres a la hora de comer y percibir los límites, así podrán aprender también que no se puede manipular a sus padres y que en casa se come a horas definidas. De esta manera desarrollará un reloj interno y un apetito saludable.

Es también importante que permanezca sentado mientras come con la familia; así se le muestra pautas de comportamiento.

5.La vida en la escuela

 ¿Qué aprende? : Juega: En primera infancia no se imparte como tal calificaciones o medidas estandarizadas, pero si se establecen bases fundamentadas para el aprendizaje: el lenguaje como base; vivir en comunidad; actuar y expresarse con el cuerpo, descubrir el mundo; sensibilidad, imaginación y creación.

Agudiza la curiosidad

Estimulación sensorial, les gusta probar nuevas texturas, pinturas y arena.

Vida social infantil

Aprende a obedecer, sobrellevar obligaciones, compartir, dialogar y respetar normas distintas a las de su casa.

Cuando no desean ir al colegio

En ocasiones muestran rechazo a la escuela, es muy importante la aprobación de los padres (evitemos comentarios en esta nueva etapa “estaban mejor en la guardería anterior”, desautorizar a sus maestras y el entorno frente a ellos o hablar de un compañerito “ que se porta mal” creando subgrupos y así evitando que ellos asuman la responsabilidad de sus actos depositándola en el niño que presenta dificultades en el momento), también pueden presentar dificultad para abandonar el entorno maternal. No todos los niños aceptan obligaciones y los límites con la misma facilidad, sobretodo cuando no se le exige mucho en casa.

Comida en escuela:

Vienen con hábitos distintos desde casa (comida licuada por ejemplo).

Problemas familiares: Discusiones en el hogar frente a ellos.

Rechazo a la autoridad

 Los padres en ocasiones por un temor irreal a ser criticados por la maestra tienden a poner una barrera con los maestros intentando corregirlos e imponer métodos de enseñanza. Esto crea pocas habilidades en los niños para enfrentar dificultades.

Si el rechazo persiste y se ha descartado todo lo anterior es importante consultar un especialista.

Autor: Susana Castilla Capella. Máster neuropsicología de la educación.

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