Por medio de la globalización nos hemos beneficiado de grandes influencias culturales en nuestra región, así mismo, hemos aprendido a utilizar modismos o frases de manera muy informal, los cuales han trascendido a los más pequeños de nuestra generación.

Es por esto que como padres debemos ser muy cuidadosos al momento de expresarnos frente a ellos, pues representamos los seres de gran admiración y modelos a seguir; desde un baile muy sensual hasta la expresión más efusiva en un partido de futbol. Somos seres sociales y no todo se aprende en la escuela, pese a que en esta es en donde nos rodeamos de nuestros más grandes amigos. Pero es desde nuestra formación donde establecemos limites (“Si a tu amiguit@ en su hogar le permiten tomar sus alimentos en su habitación, en nuestro hogar se toman en la mesa”) y les damos claridad de las normas impartidas por sus padres.

Una vez comprendamos como el niño o niña ha empezado a usar “malas palabras” o cantar frases sensuales con ritmos como el Reggaetón o champeta ya que en muchas ocasiones son ellos los que mencionan quien es su reforzador (Abuelos, tíos, amig@s, cuidador o padres), podemos contextualizar la situación y explicarles porque es inapropiado decirlas, poniendo límites para ciertas situaciones en específico.

¿Cómo definimos los límites?

Los límites dependen, en gran medida, de cada hogar. Hay circunstancias en las que el uso de malas palabras lleva un fin y un contexto, por ejemplo, cuando se usan para agredir y no en medio de un juego como parte de su “léxico”.  Es aquí donde se les puede enseñar las consecuencias de su conducta verbal.

También podemos hacer el cambio en la música que escuchamos en casa (letra adecuada), pues en la escuela en gran medida se debe escuchar música de nuestro folklore o rondas infantiles.

¿Razones por las cuales los niños (as) repiten expresiones?

Existen múltiples razones, y la mayoría estas expresiones avergüenzan a sus padres. Especialmente los niños más jóvenes, las repiten tras haberlas escuchado de un niño (a) mayor o adulto mayor de su admiración y con frecuencia no reconocen su significado (pero si, para que se utiliza). Hay ocasiones en que las asocian con el hecho de sentirse aceptados con otros amigos.

Lo importante es no tener una reacción desproporcionada o llevarlos de inmediato a un castigo, se debe poner atención, pero no de forma negativa, ya que el niño (a)  puede sentir que diciendo malas palabras tiene el poder inmediato de desestabilizar a mamá o papá.

La mejor herramienta es el propio ejemplo, así como guiarlo para manifestar sus enfados o frustraciones, pues si nos ven haciendo lo mismo mientras discutimos en un tráfico o en lo cotidiano, asociaran de manera automática esta conducta.

Es importante darles ejemplos del buen uso de su lenguaje y las consecuencias del mismo, asimismo, recompensarlos por su esfuerzo y sinceridad  para el no uso de las mismas cuando sienten frustración.

El tener amigos y buenos modales como el uso de las palabras adecuadas están estrechamente relacionados de una forma positiva.

¿Cuál es la influencia de la letra o género musical?

Una de las razones más comunes es la hipersexualización de los niños, además de algunas que generan violencia. Si bien son de nuestro agrado o común para los adultos escucharlas en una reunión social, los niños además de repetirlas y bailarlas por modelamiento, estimulan desde múltiples mensajes subliminales a conductas que vulneran sus derechos e identidad.

Autor:

Susana Castilla Capella 

Máster en neuropsicología  de la educación 

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